Metatarsalgia
Existen cinco huesos metatarsales en cada pie. Estos huesos metatarsales son huesos largos que se encuentran detrás de cada dedo del pie. El hueso metatarsal detrás del primer dedo es el primer metatarsiano y el hueso metatarsal detrás del quinto dedo es el quinto metatarsiano. Cuando se habla de metatarsalgia, se hace referencia generalmente al dolor que aparece en los 3 huesos metatarsales centrales.
Existen muchas causas de dolor en los 3 metatarsianos centrales pero en la gran mayoría de los casos el proceso está asociado a un aumento mantenido de las fuerzas reactivas del suelo sobre estos metatarsianos centrales que con el tiempo acaban desestabilizando las articulaciones y produciendo deformidades en los dedos y dolor en la zona. A esto se le llama metatarsalgia de origen mecánico. En ocasiones también pueden aparecer callosidades dolorosas en la zona metatarsal del pie, en la zona de la planta. Éstas generalmente se deben a una alineación anormal de los huesos metatarsianos . Si un hueso metatarsiano es más largo o está posicionado por debado de los otros se producirá un exceso de presión sobre este huelo y puede formar una callosidad dolorosa. En las personas con diabetes , estas zonas de presión excesiva pueden romperse y formar ulceraciones.
Diagnóstico
El diagnóstico de metatarsalgia de origen mecánico se basa en la exploración del paciente principalmente junto con la realización de radiografías de los pies en carga. El podólogo o especialista que le valore el pie con metatarsalgia necesitará explorar al paciente en la camilla para localizar la zona exacta del dolor y también en carga y andando para valorar los diferentes apoyos y el comportamiento que presenta el pie al caminar así como para valorar posibles zonas del pie sometidas a mayor estrés en situaciones de carga.
Tratamiento
El tratamiento inicial generalmente consisten en utilizar una órtesis funcional o acomodativas para reducir la presión en estas áreas. Las plantillas personalizadas realizadas de forma correcta por podólogos tienen un porcentaje altísimo de resultados favorables. En el 100% de los casos, ésto requiere la obtención de un molde del pie del paciente para realizar la plantilla por medio de una escayola o una espuma que capture de forma fiel la estructura tridimensional del pie. Otras opciones de tratamiento conservador son el reposo funcional, crioterapia con hielo, y cambios en los hábitos del calzado y modificaciones en los mismos. Si esto no tiene éxito y el paciente persiste en el dolor, se puede considerar el realizar cirugía sobre los huesos metatarsianos.
La cirugía consiste en cortar el hueso metatarsiano justo detrás del dedo del pie y realinearlo hacia una posición más corregida en la que reciba menos fuerza directa. En muchas ocasiones existen desviaciones de los dedos (Ver Dedo en Garra / Dedo en Martillo) que necesitan también ser corregidas durante la cirugía. Después de la cirugía, generalmente el paciente camina con un calzado o bota especial que se le proporciona. Durante 4-6 semanas. Generalmente se necesita un total de seis a ocho semanas para que el hueso se cure. Durante este período de cicatrización , el pie debe estar protegido para evitar golpes o fuerzas deformantes que modifiquen o cambien la posición del hueso que ha sido corregido.