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Sesamoiditis

Los huesos sesamoideos se encuentran comúnmente alrededor de las articulaciones del cuerpo humano. Los huesos sesamoideos del pie se encuentran de forma constante dentro de la articulación del dedo gordo del pie. La articulación del dedo gordo contiene 2 huesos sesamoideos. Estos huesos sesamoideos del pie tienen 2 funciones muy importantes debido a su ubicación:

1) Pueden servir para proteger uno de los tendones del dedo gordo, el flexor largo del dedo gordo, que funciona para tirar de la punta del dedo hacia abajo contra el suelo durante la marcha. El tendón pasa entre estos dos huesos sesamoideos.
2) También sirven para mejorar el punto de apoyo de otro de los tendones del dedo gordo: el tendón del flexor corto, que se inserta en la base del dedo gordo del pie. Este tendón también estabiliza el dedo del pie contra el suelo en la fase de arranque de la marcha y permite la propulsión hacia adelante del cuerpo.

 

Debido a su ubicación y la cantidad de fuerza transmitida a través de estos dos huesos, los sesamoideos del pie son susceptibles a una variedad de lesiones. Además, ciertas variaciones anatómicas y ciertas actividades aumentarán la susceptibilidad de estos huesos a sufrir lesión. Las fracturas y la inflamación (de los huesos sesamoideos) son bastante comunes. Debido a que el tendón flexor corto se une a los huesos sesamoideos, a menudo hay desplazamiento de la fractura, lo que lleva a una alta tasa de retraso en la unión de la fractura o incluso falta de unión a largo plazo.

Sesamoiditis es el término que se utiliza para describir la condición inflamatoria del periostio (revestimiento del hueso) o del propio hueso sesamoideo sesamoideo en sí. Típicamente, los pacientes suelen relacionan una historia de actividad excesiva como precursor del dolor en esta ubicación. Otros factores de riesgo incluyen: correr, saltar desde una altura, el ballet, el uso de tacones altos o zapatos con poca amortiguación. Con un tratamiento oportuno y adecuado, los síntomas a menudo mejoran.

 

Diagnóstico
El diagnóstico inicial se realiza mediante una cuidadosa historia clínica y el examen físico. El dolor localizado en la parte inferior de la articulación del dedo gordo es la presentación típica de este tipo de lesiones. El dolor se puede localizar fácilmente en cualquiera de los dos sesamoideos presionando directamente a cada hueso. El movimiento de la articulación también puede duplicar el dolor del paciente. De vez en cuando, existe hinchazón y enrojecimiento en función del mecanismo de la lesión. Una radiografía del pie puede servir para diferenciar una sesamoiditis de una fractura del hueso. Cuando se sospecha de fractura del hueso sesamoideo, es útil tomar radiografías del pie no afectado también. Por lo general, los huesos sesamoideos son 2 huesos bien definidos en las radiografías. Este es el caso aproximadamente en el 85% de la población. Sin embargo, en el 15% de los pacientes cada hueso sesamoideo puede consistir en 2 o más fragmentos (denominados multipartito – varias piezas). Esto a menudo hace muy difícil distinguir entre un hueso normal y un hueso fracturado. En este caso, una gammagrafía ósea o la RMN (Resonancia Magnética Nuclear) pueden ser útiles. Es importante diferenciar una sesamoiditis de una fractura de los sesamoideos ya que el tratamiento es diferente.

 

Tratamiento
El tratamiento de las lesiones en los huesos sesamoideos depende de hacer un diagnóstico definitivo. La sesamoiditis, es una condición inflamatoria, el tratamiento va dirigido a reducir la inflamación. Esto puede incluir: reposo, hielo, medicamentos antiinflamatorios, descarga mediante plantillas y fisioterapia. En los casos más resistentes, puede ser beneficioso la realización de una infiltración. Estas infiltraciones sólo deben realizarse después de que se esté bastante seguro de que no existe una fractura del sesamoideo.
El tratamiento a largo plazo debe estar orientado a identificar la causa con el fin de evitar estas situaciones en el futuro. Esto puede incluir el uso de dispositivos ortopédicos y/o plantillas y también puede incluir el limitar el uso de los zapatos de tacón alto.
Las fracturas del hueso sesamoideo requieren un tratamiento más agresivo, debido al alto riesgo de que la fractura no consolide. Generalmente es necesaria la inmovilización con yesos o férulas durante 6-8 semanas inicialmente. El paciente irá cargando gradualmente peso con un aparato ortopédico removible hasta su completa recuperación. Cuando el tratamiento conservador haya fracasado y el paciente continúe con dolor, hay que considerar retirar el hueso mediante cirugía.